martes, 11 de septiembre de 2007

Cuento Corto


La Calculadora


Para mi son importantes las calculadoras apuran y decifran con bastante facilidad las cuatro operaciones. Hoy dia no tenia cigarrillos saque una antigua calculadora que tenia en mi escritorio con fe y esperanza con el animo mas arriba de las nube. Llegue a donde mi hermano mayor para ver si me la compraba muchas veces habia ido al negocio a solicitarle algun dinero prestado pero nunca me paso nada. Llegue con la calculadora cuento corto me dijo que no necesitaba entonces regrese al interior de la casa anteriormente le solicite mil pesos se los pagaria despues me dijo trabaja antes de tirarla al suelo pense que el trabajo de quien tiene una calculadora o sea yo era venderla, la calculadora se rompio dije no sirve en realidad no sirven porque fueron echas para calcular a lo mejor el dinero que uno podria ganar. Es como tener un automovil y no tener bencina o sea. Con la calculadora se pueden contar los guarismos de los billetes. Despues pense que se trataba de una antigua treta mia pero en realidad no. el hecho de tranzar cosas o cambiar es un proceso muy antiguo en el que cambiaban no calculadoras por dinero sino trueques en los que quien tenia un bien era cambiado por otros en este caso ni lo uno ni lo otro cada quien a lo suyo el en su negocio de pan y yo en escritura pueden ir de la mano pero los caracteres de ambos son distintos y ya nada mas que decir luego continue al interior de casa, no enojado con él por el hecho dije algo muy cierto nada sirve en realidad. Si un hombre con mi edad o con otra edad hace algo y no se divierte con su trabajo no sirve, ninguna cosa tenia esa calculadora nada mas que estaba en las manos de un escritor y no en las manos de un vendedor de calculadoras si asi hubiera sido es posible que él no hubiera puesto objecion y tendriaa algunos pesos. Antes de terminar puse un merengue y soy escritor sin ripios hasta la tambora mami... uy, uy, uy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces quisiéramos volver al trueque, porque era más fácil cambiar cosas que necesitábamos, por miles de elementos que tenemos en casa y no nos sirve para nada más que para tener el armario lleno de cachureos. Me gustó tu escrito, y me dió rabia que no pudiera cambiar esa maldita calculadora por un paquete de cigarros, sabiendo tú que a mi no me gusta que la gente fume, pero prefiero un cigarro a una tonta calculadora que te sirve solo para enredar la vida con sus número y signos (Odio más las matemáticas que el cigarro). Me gustan muchos tus relatos, me entretienen y no saques la página porque como ves igual te leemos...